
Un repaso cronológico

Una orquesta interpreta la banda sonora durante la proyección de una película muda.
EL SONIDO EN EL CINE MUDO.
El cine nació mudo, ya que se conoció con anterioridad la forma de grabar y reproducir la sensación de movimiento de la imagen que la de registrar y reproducir el sonido.
Sin embargo, ese cine incapacitado de hablar fue propiciando el desarrollo de toda una narrativa basada en el lenguaje de las imágenes en movimiento.
Aunque a menudo se utilizaban carteles con los diálogos de los actores escritos en ellos, eran películas pensadas para ser contadas a través de las imágenes.
A falta de una banda sonora, se recurría a tocar un piano, un órgano o toda una orquesta para ayudar a las imágenes en su misión de contar la historia y crear estados de ánimo.
Esta música no se componía para acompañar a una película determinada, lo que sí se hizo a partir de la cinta de David Wark Griffith “El nacimiento de una nación” («The birth of a nation», 1915).
En Japòn había actores tras la pantalla que doblaban los diálogos.
EL KINETÓFONO
Edison había pantentado el kinetoscopio en 1892. Mediante él, y de forma individual, los espectadores podían ver diversas escenas en movimiento.
En 1895, Edison, junto a su colaborador William Kennedy Laurie Dickson lograron acompañar esas imágenes con la música del fonógrafo, anterior invención de Edison también.
El espectador miraba por un visor situado en la parte superior del kinetófono, y se colocaba en los oídos unos auriculares de goma que llevaban el sonido de un fonógrafo.
Su uso individual, unido a que era aparatoso e incómodo, y al surgimiento en Francia del cinematógrafo de los hermanos Lumiere hizo que fuera utilizándose cada vez menos hasta desaparecer.

El kinetófono de Edison y Dickson. Podemos imaginarnos lo que sería visionar un largometraje de esa manera.

El inventor norteamericano, padre del primer sistema de registro del sonido en la propia cinta de película.
LEE DE FOREST
Inventor norteamericano que ideó el sistema de sonido Phonofilm en 1920.
Era un procedimiento con el que se lograba, por primera vez, registrar el sonido mediante la conversión de las ondas sonoras en señales ópticas en la propia cinta de celuloide. Se había conseguido la sincronización de la imagen y el sonido.
Lee De Forest realizó demostraciones de sus películas sonoras en teatros y cines (entre ellos el Rívoli de Nueva York) durante los años 1923 al 1927, cuatro años antes del estreno de “El cantor de jazz”, la considerada primera película sonora. Entre los cortometrajes que exhibió se encontraba uno titulado “Conchita Piquer de, Sevilla”.
Aunque el invento se vio correcto, recibió críticas por su aparente baja calidad de sonido. Sin embargo, poco tiempo después se desarrolló toda una industria de cine sonoro basado en la señal de sonido sobre la película similar al sistema de De Forest.
EL CANTOR DE JAZZ
En la producción de esta famosa película se utilizó el procedimiento Vitaphone para la grabación y reproducción del sonido sincronizado.
Con el Vitaphone se establecía una relación electromecánica entre el proyector y el giradiscos. Además, se logró amplificar la salida de audio.
En el largometraje se pueden escuchar solo dos minutos de diálogos (se utilizaron los rótulos para el resto de ellos) y la conocida expresión del actor protagonista, Al Jonson, que llegaría a ser toda una premonición: “Esperen un minuto, esperen un minuto, todavía no han oído nada”.
La primera película en incluir todos los diálogos sonoros fue «Lights of New York» (1928).
Aunque a veces se perdía la sincronía entre el sonido y la imagen, lo que producía risas en el público, la película fue todo un éxito.

Placa conmemorativa a Alan Dover Blumlein.
Spudgun67. CC BY-SA 4.0
ALAN DOWER BLUMLEIN INVENTOR DEL SONIDO ESTÉREO
Hasta ese momento, el sonido que se podía escuchar en una sala de cine era monoaural, proveniente de un solo canal. De esta manera, el actor podía aparecer a un lado de la pantalla y su voz sonar en el opuesto.
En el año 1931, al salir con su esposa del cine, Alan Dower Blumlein, ingeniero en electrónica inglés, le dijo que había dado con la forma de que el sonido siguiera al actor.
Así nació el que denominó “sonido binaural”, más adelante conocido como sonido estereofónico.
Con este procedimiento el sonido se graba en dos canales distintos ofreciendo una experiencia auditiva más natural, al respetar, en parte, la procedencia espacial de las fuentes de sonido.
Desde ese momento, en la banda de sonido que se extiende a lo largo y a un lado de la cinta de celuloide aparecerían dos registros, uno para cada canal del audio estéreo.
La película de Walt Disney “Fantasía” (1940) fue la primera en incorporar las dos bandas del sonido estereofónico.
EL SONIDO ÓPTICO Y MAGNÉTICO
El sonido óptico grabado en la cinta de película (debido a Lee De Forest) no produjo, en principio, un sonido de buena calidad.
Cuando se descubrió el procedimiento electromagnético de registro y reproducción del sonido, se incorporó a la cinta de película una banda magnética similar a la de un magnetófono, lo que produjo un incremento en la calidad.
Un magnetófono de bobina abierta, el Nagra, fue el más utilizado para la grabación.
Sin embargo, se vieron más inconvenientes que mejoras, siendo uno de ellos el elevado coste que suponía, por lo que se retornó al sonido óptico, que iría ofreciendo cada vez una mejor calidad y llegaría a convertirse en el estándar de la industria.


Fotograma de «La naranja mecánica»(A clockwork orange, 1971)
Morgacito. CC BY-NC 2.0
«LA NARANJA MECÁNICA» (A clockwork orange. Stanley Kubrick, 1971)
La compañía Dolby, surgida en 1965, creó un sistema destinado a reducir el ruido de fondo y el siseo en las grabaciones de sonido.
La película que contó con el privilegio de ser la primera en incorporar el sonido Dolby fue “La naranja mecánica”, de Stanley Kubrick.
Aunque las copias para distribución que se hicieron de esta película se realizaron, en cuanto al sonido se refiere, de la forma habitual en aquel momento, todas las pre mezclas y masters fueron concebidas, por primera vez en la historia del cine, con el sistema Dolby de reducción de ruidos.
LA BANDA DE SONIDO EN LA ERA DIGITAL
La banda de sonido junto a los fotogramas de la película. De izquierda a derecha: la pista de sonido digital, la pista de Dolby digital, la pista estéreo del viejo sonido óptico y la pista DTS.
Incluyendo todas ellas se aseguraba que no hubiera ningún cine que no pudiera proyectarla debido a falta de tecnología.


Fotograma de «Batman vuelve» (Batman returns, 1992)
ScanPix. CC BY-NC-SA 4.0
«BATMAN VUELVE» (Batman Returns. Tim Burton, 1992)
Primera película con sonido Dolby Digital incorporado en la cinta.
Ofrece seis canales, los conocidos 5.1, es decir, una parte delantera con altavoz izquierdo, central y derecho. Dos altavoces de sonido envolvente, y un subwoofer (altavoz de subgraves)
El sonido Dolby Digital se utiliza hoy día en la televisión de Alta Definición, DVDs o televisión por cable.
RODAJE Y PROYECCIÓN DIGITAL, EL CASI ADIÓS A LA CINTA.
Hasta finales de la década de 1990 se siguieron produciendo, distribuyendo y exhibiendo las películas mediante los tradicionales rollos. Hasta entonces, las imágenes se rodaban de forma analógica con el proceso fotoquímico, y, como hemos visto, en los últimos años se incluía la banda sonora en formato digital y analógico.
Ese estado de cosas ha cambiado. En la actualidad la mayoría de las películas se ruedan enteramente en formato digital, y casi todas se exhiben en salas de la misma manera.
Con todo, algunos cineastas continúan defendiendo el tradicional celuloide como soporte para sus films, y, de igual forma, en algunas filmotecas aún se proyectan así, en la clásica y entrañable cinta con fotogramas fotoquímicos junto a su adyacente banda de sonido.
La proyección en salas de cine se hace ahora mediante el llamado DCP, cuyas siglas significan “Digital Cinema Package” (paquete de cine digital). Una versión digital de una película de 35mm.

Un ejemplar de DCP (Digital Cinema Package).
Sveinung Wålengen. CC BY-SA 3.0 NO