
El montaje, la edición, es la esencia del séptimo arte. Los diferentes planos que hemos rodado son trozos de tiempo y de espacio que debemos ordenar de forma creativa para lograr transmitir y expresar nuestras ideas a la mente del espectador
Dos tipos de material en la sala de montaje.
- Material muy extenso en el que el director ha filmado sin una idea bien perfilada del resultado final. El director ha filmado los planos según un patrón más o menos establecido de forma general otorgando al montador la libertad de decidir sobre el resultado final. El montador se encuentra en estos casos con los planos realizados desde múltiples y diversos puntos de vista, y él ha de elegir y optar. El montador adquiere relevancia en este tipo de proyectos.
- En el segundo tipo de material en el que se puede encontrar el montador, este dispone de poca libertad u opciones para realizar su trabajo, ya que el director ha filmado de una forma personal y ciñéndose a lo que quería contar. Casi se puede decir que el director es el montador, y que este último se ha limitado a organizar los planos según las directrices del primero.
Pautas comunes en la primera forma de rodar.
- Plano general. Un plano máster que recoge toda la acción de los personajes, de principio al fin de la escena.
- Luego se filma la misma acción, pero encuadrando solo a uno de los personajes en plano medio.
- A continuación, se filma la misma acción completa del otro personaje, también en plano medio.
- Después se filma, otra vez, toda la acción del primer actor, pero en primer plano.
- Para terminar, se filma toda la acción del segundo actor también en primer plano.
Al rodar así, el director no hace gala de creación. Es el montador quien, a la manera de un realizador de televisión, elegirá qué se debe ver y oír en cada plano, siempre dentro del marco delimitado por el material rodado, por supuesto
En la segunda forma de rodar, y como cada proyecto es único, se adoptan abundantes decisiones creativas destinadas a esa película en concreto. De esta manera, al tener un fin concreto y único, se va al grano en el momento del rodaje y se filma menos material. El resultado final después del montaje será muy similar a lo que el director tenía en su cabeza, y la labor del montador habrá consistido en poco más que disponer los distintos planos y escenas según las directrices que le haya dado.
La primera forma de rodar es más propia de los grandes estudios de Hollywood, y la segunda lo es del cine independiente.