El cine.

Aprender a Hacer cine
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Cine y cortometraje
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Shadow

Por cine entiendo la narración o expresión creativa que utiliza el lenguaje desarrollado por Porter, Griffith, Eisenstein, Pudovkin… con independencia del soporte físico en el que fue rodado, se encuentra almacenado o es proyectado (celuloide, cinta magnética, DVD, archivo digital…)

Así, la película Slumdog millionaire (2008) dirigida por Danny Boyle, ganadora de varios premios Oscar, o la dirigida por James Cameron: Avatar (2009), también galardonada con varios premios de la Academia, fueron rodadas y distribuidas en vídeo digital. Sin embargo, y al contrario de otras posturas, las considero cine al consistir su contenido en el tradicional lenguaje cinematográfico.

Ya en las pinturas rupestres se puede adivinar un viejo anhelo del ser humano de reproducir el movimiento, pero mucho tiempo habría de pasar y muchos pioneros aportar su granito de arena hasta que llegara el momento en que se viera cumplido.

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que no es lo mismo el hallazgo de las herramientas (cámara, proyector, película perforada…) que el del produto u obra (el lenguaje del cine, el montaje). Es la misma distinción que cabe hacer con el descubrimiento de un bolígrafo o máquina de escribir y una novela o una obra poética.

La escritura de la luz.

Desde hacía mucho tiempo se había descubierto y utilizado el fenómeno óptico fundamental de la fotografía, la cámara oscura, pero no fue hasta el año 1826 cuando, Joseph Nicéphore Niépce fue capaz de realizar por primera vez lo que la palabra fotografía significa: escribir con la luz.

Sin embargo, como la Historia nos muestra, cada descubrimiento o invento no nace aislado, sino que surge a partir de hallazgos previos, a partir de los cimientos elaborados por el hombre con anterioridad en cualquier rama del conocimiento.

La considerada primera fotografía. Realizada por el francés Joseph Nicéphore Niépce en 1826.
La considerada primera fotografía. Realizada por el francés Joseph Nicéphore Niépce en 1826.

Así, aunque Niépce logró impresionar su placa sensible a la luz, en un principio no pudo fijarla, es decir, se borraba al poco tiempo. Fue J.FW. Herschel quien logró por primera vez la fijación duradera de la imagen impresionada.

Desde entonces, no solo se podía hacer pasar una imagen de la realidad a través de un pequeño orificio para poder verlo sobre una pared o pantalla, algo que utilizaron pintores de épocas anteriores, sino que esa imagen se pudo registrar en un soporte físico de forma duradera, como se podía hacer con la escritura.

La fotografía se mueve.

Cine foto vídeo sonido
Placa conmemorativa en nombre del poco conocido Louis Le Princee, a quien se le atribuye la filmación de las primeras imágenes en movimiento en Leeds, Inglaterra, en 1888.

Con anterioridad a la fotografía, y aprovechando el fenómeno óptico de la persistencia retiniana, pioneros como Reynaud, Joseph-Antoine Ferdinand Plateau, W.G. Horner etc.., habían conseguido recrear la ilusión de movimiento de figuras y dibujos con algunos artilugios de su invención, pero no sería hasta el momento del feliz descubrimiento de la fotografía, cuando el hombre sentó la base fundamental que posibilitaría el registro del movimiento real que transcurría delante del objetivo de la cámara.

El testigo lo cogió gente como Eadweard Muybridge, Thomas Alva Edison,  Auguste y Louis Lumiere etc.., quienes partieron de esa imagen fotográfica y fueron añadiéndole los recursos necesarios para que fuera pasando a cierta velocidad delante de una ventanilla de visualización con las consecutivas fases del movimiento.

Había nacido la cinematografía o escritura del movimiento en sí, aunque sería más tarde cuando, fruto del estudio y la reflexión sobre el nuevo medio llevados a cabo por artistas geniales como Georges Méliès, Edwin S. Porter, Serguéi Eisenstein, Vsévolod Pudovkin y, sobre todo, David W. Griffith, el cine abandonaría su condición de mero registro de la realidad para convertirse en un arte con lenguaje propio.

File:Muybridge cavall animat.gif
Colocando cámaras de fotos a lo largo del recorrido de un caballo al galope, Muybridge captó cada fase de su movimiento y, luego, pasando las imágenes una tras otra creó la ilusión de que se movía.

Una imagen estática solo cuenta con la dimensión espacial pero, al adquirir movimiento se le suma la dimensión temporal, lo que posibilita la narración de historias complejas.

A diferencia de un fotógrafo, quien ha de tener la habilidad de transmitir lo que desea en un instante, el director de cine, al contar con este añadido, dispone de una herramienta mucho más versátil y con mayores  posibilidades expresivas.
 

La fotografía se  mueve, narra y habla.

Los hermanos Lumiere, Le Prince, Edison y los demás pioneros habían logrado grabar y reproducir el movimiento de la realidad (aunque, para ser más exactos, se trata de un truco que reproduce esa ilusión de movimiento).

Griffith, cine
David W. Griffith (en la foto) y Edwin S. Porter en EEUU, junto a Serguéi Eisenstein y Vsévolod Pudovkin en la URSS, trascendieron la simple reconstrucción de la realidad para desarrollar un lenguaje propio del nuevo medio

Después de filmar gran número de películas, todas ellas con la cámara quieta y el ángulo de visión invariable, los inventores franceses declararon que el cine no tenía ningún futuro.

Sin embargo, lo cierto era que la capacidad del cinematógrafo para narrar, para contar historias, para hacer arte, no había sido aún descubierta. Harían falta los experimentos e innovaciones de Méliès, de la escuela de Brighton, de Porter, Griffith o Eisenstein, para que el cine comenzara a trascender la mera captación del movimiento para ir formándose un lenguaje, una forma narrativa.

Así, se produjeron películas que se veían forzadas a explotar el casi exclusivo (había letreros también) lenguaje de las imágenes en movimiento. Esa necesidad o limitación es la que se encargaría de espolear la imaginación de los autores, obligándolos a exprimir al máximo la capacidad expresiva del lenguaje visual del cinematógrafo.

Sin embargo, en su búsqueda por descubrir los hallazgos técnicos que acercasen al cine más a la realidad, que involucraran a un número mayor de sentidos humanos, los ingenieros fueron capaces de poner al alcance de los cineastas las películas habladas con sonido sincronizado, que harían su aparición en 1929. Al contar con esta nueva vía de información, las películas fueron perdiendo su primigenia calidad narrativa básicamente visual.

Luced de la ciudad. Charles Chaplin. Cine, fotografía.
Cuando las palabras sobran. Charles Chaplin en Luces de la ciudad (City Lights, 1931).

Poco después, a las imágenes habladas se le añadiría el color, lo que las acercaba aún más a la realidad. Sin duda, esta tendencia por reconstruir lo que perciben nuestros sentidos a diario ha llevado al séptimo arte a convertirse en el más popular e industrial.

La historia del registro del sonido comenzó unas décadas antes que la de la imagen en movimiento. Se suele dividir en varios períodos: El acústico o mecánico (el gramófono), el eléctrico (el tocadiscos), el magnético (el magnetófono) y el digital (CD y soportes informáticos).

Desde los primeros momentos del cine se soñó con la posibilidad de añadir sonido a las imágenes. Así, durante el período del  mudo, aunque no siempre, era práctica habitual acompañar las proyecciones con los acordes que un pianista tocaba en la misma sala.

Sin embargo, la falta de amplificación y de sincronización imagen-sonido espoleó la imaginación de inventores y pioneros como Edison, Lee De Forest… Finalmente, en el año 1927, la unión de Warner Brothers y Western Electric, dio como fruto la primera película con sonido sincronizado: El cantor de Jazz (The jazz singer, 1927) El cine sonoro había comenzado y conocería un desarrollo espectacular hasta nuestros días.

En aquellos momentos de cambio, la industria cinematográfica experimentó un proceso de transición al que no todo el que había trabajado en ella pudo, o supo, adaptarse. Este hecho histórico es el que retrata la película de Stanley Donen y Gene Kelly Cantando bajo la lluvia (Singin’ in the rain 1952). El mismo tema trata la comedia de Mel Brooks La última locura (Silent movie, 1976)

El cine; arte e industria.

Ordet
La palabra (Ordet, 1955) es un buen ejemplo de obra que no surgió con la intención de batir records de taquilla.
Spiderman
Spiderman, personaje que vio la luz entre las páginas de comics y fue trasladado a las salas de cine con el fin de llenarlas. (Roland Skof-Peschetz. Creative Commons).

Largo recorrido ha tenido el cine sonoro y en color desde entonces y grandes películas, directores, movimientos cinematográficos, han ido conformándolo en sus dos facetas en apariencia contradictorias.

Cuesta mucho dinero producir una película y esto hace que, por lo general, su primer objeto sea recuperarlo y hacerla rentable. Este interés en el éxito de taquilla se contrapone a las aspiraciones artísticas que la película pudiera tener.

La mayor parte del cine producido sería diferente de no ser por esa sumisión comercial. Con todo, grandes directores y productores han tenido en consideraión ambas facetas y nos han brindado buenos ejemplos que logran combinar arte e industria.

Nuevos soportes físicos para el cine.

En el año 1951 se grabaron, por primera vez, imágenes procedentes de cámaras de televisión en cinta magnética. Había nacido el vídeo, que se utilizó como soporte más económico y versátil para producciones televisivas.

Ya en los años 80, de la mano de las populares cintas VHS de JVC y las no tanto BETAMAX de Sony, el soporte de vídeo se convirtió en el estándar para el uso doméstico. Con anterioridad, este usuario doméstico, o el cineasta amateur, había recurrido a los rollos de película de celuloide de paso estrecho, principalmente a la cinta de 8 mm y su mejora, el Súper-8 mm, si bien su uso nunca estuvo muy extendido.

En la actualidad, y a pesar de la oposición de buena parte de productores y directores que se resisten a abandonar el clásico soporte de película transparente, el vídeo ha continuado ganando terreno y, así, ya en el año 2010 la mayor parte de las producciones cinematográficas profesionales se rodaban y distribuían en soporte de vídeo digital.

El lenguaje de las imágenes y el sonido no ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. Son los soportes en los que ese lenguaje se plasma o registra los que lo han hecho.

 

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